El primer cine ha sido calificado por los historiadores como cine de atracciones o cine primitivo.
El concepto que sustenta tal denominación es el que sigue: en las primeras películas la magia del cine era utilizada para mostrar espectáculos: terremotos, ciudades lejanas y exóticas, animales desconocidos y, en general, toda clase de fenómenos que el ciudadano del XIX nunca pudo ver.
Y es que el proceso en sí de la imagen en movimiento ya había constituido un espectáculo ("La salida de los obreros de la fábrica" de los hermanos Lumiere o el famoso tren).
Tras eso, nuevos artesanos llegaron e introdujeron certeramente el efecto especial. Meliés hizo desaparecer hombres a golpe de bobina y creó aquel archiconocido viaje a la luna.
Tiempo más tarde, y después de pasar por Griffith y - ¿el fracaso?- vanguardista, se impusó un cine narrativo, en el que la historia cobraba fuerza a través de la narrativa, de las grandes interpretaciones y de la fina pluma de los guionistas de Hollywood.
Del slapstick (Chaplin, Keaton) y las famosas vistas, a los grandes estudios, el melodrama y Billy Wilder.
La pregunta llega hoy con el digital. Pues 300 o King Kong, por referirme a dos ejemplos citados en el post anterior, recuperan el espíritu de aquellas primeras películas: el espectador que antes se fascinaba ante lo que el cinematógrafo podía ofrecer, hoy lo hace ante las posibilidades que ofrece la tecnología digital.
La magia de la narración deja paso a la magia del espectáculo. Y así es como se engarza 300 con Le Voyage dans la Lune.
Decía Roberto Cueto que si King Kong duraba casi cuatro horas era porque sin renunciar a la narrativa clásica - tramas chica/chico malo/bueno- incluía el elemento espectáculo.
Tú qué opinas. ¿El digital, en gigantesca paradoja, nos va a hacer volver 100 años atrás?
jueves, 1 de mayo de 2008
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1 comentario:
Hola Astérix!
Sí, es una gran paradoja, pero es que a quién no le mola el espectáculo. Sin embargo, los puristas, reacios a las innovaciones tecnológicas y sus consecuentes cambios, dirán que lo envilecen… aun así, la industria sabe que a la mayoria nos gusta, que funciona fenomenal, y es que la denominacion de cine de atracciones lo define perfectamente.
En calquier caso, eso de relacionar 300 con El viaje a la luna parecía imposible, pero mira…
Por otro lado, hay gente que opina que el uso de lo digital no debería usarse de forma gratuita, ¿y por qué no? ¿no estamos en la era de la estética por la estética? El espectáculo que nos ofrece la llamada “estética de superficies” es algo que nos fascina, precisamente por vivir en una cultura puramente visual. De hecho, la percepción del sonido ha quedado relegada a un 5% del producto audiovisual total. Solo el cine-ensayo da más importancia a la palabra que a la imagen. En fin, que esto del digital es la gran paradoja del siglo xxi!
Por cierto, Cueto es dios y todo lo que él diga, va a misa.
Saludos!
PD: mortal el último párrafo sobre la definición de la fotografia.
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