domingo, 20 de abril de 2008

Levante su adoquín, por favor

Aquella tarde, en el estadio de fútbol de Córdoba, Miki Volek nos habló de un joven poeta llamado Jan Palach y de él nos leyó un poema al que había puesto música. El poema decía: Yo me atrevo porque/ tú te atreves porque/él se atreve/nosotros nos atrevemos porque/vosotros os atrevéis porque/ello se atreven.
"68" en Historias Marginales de Luis Sepúlveda.

En el Babelia de este sábado hay un monográfico sobre las revueltas de mayo del 68 y lo que supusieron (si es que supusieron algo, dicen algunos).

Antonio Muñoz Molina asegura que los parisinos del mayo francés fueron unos "niños pijos", que jugaba a revolucionarios. Él reivindica lo que considera luchas coetáneas con mucha más entidad: el "I'm a man" de Martin Luther King y la revuelta de Praga.

Bueno, bueno. No está mal. Pero no puedo contenerme y callar ante alguna de sus frases baratas: "Que se sepa, ni Jean-Luc Godard ni Jean Paul Sartre llevaron su maoísmo al extremo de irse a vivir a una de aquellas comunas agrícolas chinas tan frecuentadas por profesoreso intelectuales acusados del delito de llevar gafas o de leer algún libro que no fuera el libro rojo de Mao, ese modelo de libertad de pensamiento" . Ya. Hubiesen sido más útiles cultivando arroz.

Sin embargo, comparto con Muñoz Molina que toda reivindicación debe llevarse desde la coherencia. Y levantar los adoquines si no tienes playa que ofrecer es, como poco, un tema complicado.

No obstante creo mucho más rica en matices la reflexión que hace el francés Edgar Molin en el mismo suplemento. Porque la realidad no es blanca ni negra y solo nos acercaremos a ella si aceptamos sus múltiples matices y su enorme complejidad. "La mitología de la felicidad de esta sociedad se hundía. (...) Mi tesis es que los adolescentes, en tanto que malla más débil de la sociedad aún no integrada, sienten de forma más intensa las tragedias y las carencias de la sociedad. Mayo del 68 fue una revuelta que iba más allá de la simple protesta. Malraux la llamó, acertadamente, crisis de civilización"

" Hay que decir que progresivamente los pequeños grupos políticos troskistas maoístas y otros, no solamente quisieron adueñarse del movimiento, sino que lo parasitaron" dice Morin. Quizá esa espontaneidad de la primera parte de la revuelta, libre de parásitos, tenga algún sentido. ¿Mayo del 68 hizo más o menos fuerte al sistema? ¿Facilitó la entrada de movimientos como el feminismo y la lucha del colectivo gay? ¿Generó un mayor conciencia colectiva de los fallos de nuestro sistema político-económico?
"Asi como las decimonónicas sociedades de producción se erigieron sobre la previa conversión de toda actividad en trabajo abstracto e indiferenciado, contable en tiempo y dinero, las vigentes sociedades de consumo sólo fueron posibles gracias a la reducción de todo apetito a un deseo de consumir igualmente descualificado y neutro (...) Mayo del 68 fue una rebelión desordenada contra esa nueva pedagogía deseo, y por eso surgió en plena instalación de la sociedad del consumo" dice, en las mismas páginas babelianas, José Luis Pardo.

Señor Muñoz Molina, no es oro todo lo que reluce. Bien lo sabían aquellos jóvenes que usted ridiculiza. Así que frote un poco y encontrará la roña de nuestro sistema.
Un ejemplo. La tele reluce y hay más porcentaje de mierda que de oro:


Levante su adoquín, por favor. Difundalo. http://www.tace.es/

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