lunes, 17 de septiembre de 2007

Poetas del fútbol

Fútbol y literatura parecen no llevarse del todo bien.

Al fútbol se asocia ( y no incorrectamente) una cultura zafia, hortera, de pipas, cervezas e insultos a doquier.

Pues bien, más que hacer literatura del fútbol (que creo que también la hay y de la buena), quizá quepa observar que el fútbol es un arte. Y que como todo arte tiene una sintaxis (que organiza una serie de signos). Luego, es un lenguaje.

Ése es el punto de partida de un original artículo de Pier Paolo Passolini.

El podema es al futbol, lo que el fonema al lenguaje escrito-hablado. Es decir, su unidad mínima.

Un hombre que usa los pies para chutar un balón” es tal unidad mínima: tal “podema” (si queremos seguir divirtiéndonos). Las infinitas posibilidades de combinación de los “podemas” forman las “palabras futbolísticas”: y el conjunto de las “palabras futbolísticas” forma un discurso, regulado por auténticas normas sintácticas.

Los palabras son, nos lo dice después, los pases.

Quien no conoce el código del fútbol no entiende el “significado” de sus palabras (los pases) ni el sentido de su discurso (un conjunto de pases).

Pero ahora viene lo mejor de todo:

Puede haber un fútbol como lenguaje fundamentalmente prosístico y un fútbol como lenguaje fundamentalmente poético.

El fútbol poético es aquel que pertuba el código, que hace que cada jugada parezca suceder por primera vez. Según Passolini, esto sucede en dos momentos: en el regate y en el gol. Éste último es la expresión máxima del momento poético.

El fútbol que expresa más goles es el fútbol más poético

Pura poesía: veáse el gol de Maradona contra Inglaterra (o el de Messi), driblando desde medio campo y luego el éxtasis, siempre igual pero siempre diferente; el gol.

Poetas del gol: Romario, Ronaldo, Hugo Sánchez, Van Nistelroy, etc.

Poetas del dribbling: ¿Prosinecki?

El juego en equipo, sea al toque o al balonazo, es siempre prosa. Los mejores prosistas son lo que elaboran las jugadas más complejas, los que tocan y tocan.

Pasolini opina que el sudamericano es un fútbol poético, mientras que en europa somos prosistas. Lo dice con un no se que de juez, como quien dice que el verdadero fútbol es el poético.
Brasil es pura poesía.

No sé, creo que se equivoca. ¿Passolini no vio jugar a la naranja mecánica? No conoció a Ladrup, eso seguro. Aquellos pases tenían también algo de esa “ineluctabilidad” de la que habla Passolini, llevaban a un gol inevitable. Y eran imaginación pura, creación divina.

Si Ladrup era prosa, larga vida a la prosa.

¿Y tú como juegas a fútbol? ¿Escribes prosa o poesía?

Para leer el artículo de Pasolini pincha aquí

Para ver a Prosikito en acción:


Y descubre Fútbol de poetas






1 comentario:

Anónimo dijo...

Pura poesía: Rivaldo (etapa Depor), Zidane, Ronaldinho, Djalminha...